lunes, 5 de noviembre de 2012

Dioses de cartón


Remolinos de sentimientos acuden en su ayuda
cuando las silenciosas aguas del Leteo
están a punto de devorar todo lo que fue.
Vienen haciendo tanto ruido que el olvido
no tiene más remedio que retirarse
al triste tálamo donde la oscuridad
yace por los siglos de los siglos
con las almas deformes 
que nunca llegaron a nacer.
En el submundo de lo inexistente
los avisos de Casandra
no encuentran oídos en los que reposar
y la incauta pasión se adentra en el laberinto
desprovista del hilo con el que volver a ser.
¿Quién protegerá sus alas
para que el sol no las queme
ni la espuma del mar las moje
si la inconsciencia se adueña de ella?
¿Llegará la vanidosa Afrodita
regalando su melena de estrellas
a los placeres nocturnos,
o será la celosa Hera
quien monte guardia 
en el umbral de los sueños?
No existe razón lógica 
que impida a la sinrazón
volar a lomos de su pegaso de besos
hasta quedar extenuada,
ni sinrazón que permita
a la razón lógica 
encontrar el dorado templo
donde descansar de sus excesos.

                                              A.B.B. 5 de noviembre de 2012






La música que bucea en mí