lunes, 18 de febrero de 2013

Estaciones



Las estaciones tienen un encanto especial del que carecen los aeropuertos, por muy feas que puedan llegar a ser. Si pudiera, todos los días cogería un tren a alguna parte. El primero que pasara, traqueteando rumbo a lo desconocido. Sin equipaje, sin pensar si he elegido el camino correcto. El camino siempre es el correcto cuando lo único que importa es disfrutar del viaje. 
Ésta es la estación de metro más antigua de Europa, construída en 1896 en Budapest. Un día tuve la suerte de visitarla.

A.B.B.  31 de julio de 2012


1 comentario:

  1. Cuando sea mayor y mi tiempo valga para menos que ahora, seré una de esas personas que parece que siempre esperan en una estación... me encantan, y viajar en tren, también...
    Achuchones!

    ResponderEliminar