martes, 28 de mayo de 2013

El sonido del vacío

Me gustaría cantarle al amor, 
a la luna y a las estrellas,
a los pajaritos que cantan
y a las nubes que se levantan,
pero mi corazón ha olvidado la letra
de las canciones inolvidables
y no encuentra la clave
que le permita estar a la altura correcta
en el pentagrama adecuado. 
El compás ha perdido el tiempo
que da ritmo a la melodía del alma
y las nubes se acuestan
los pajaritos enmudecen,
la luna y las estrellas 
desaparecen tras negros nubarrones
y el amor...¡ay, qué decir del amor
representado por un niño en pañales
que lanza flechas envenenadas!
Él es el culpable de mi repentina afonía,
de que el sentir me desafine
como si tuviera un gorgorito
en cada sentimiento,
de que mi razón no pueda dar la nota
ni sosteniéndose en el tono de lo más cabal.
La rueda armónica no gira
en el carro de mi insensatez,
y en la escala musical de mis latidos
los tonos martillean sin piedad
los oídos de una duda sorda.
Me gustaría cantar bonitas canciones
pero mi voz arrastra su cojera doliente
por esa senda solitaria del desamor
donde no venden muletas
para corazones tuertos.

                                                    A.B.B.  28 de mayo de 2013





                                           

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