lunes, 27 de mayo de 2013

Una grulla en la taza de té - Yasunari Kawabata


Al escuchar una melodía, mi mente en una de sus conexiones extrañas, ha recordado este libro y he ido rauda a buscarlo entre sus variopintos compañeros. Os lo recomiendo en caso de que no lo hayáis leído.

...Para él mismo, dar o recibir el perdón, era, en sus sueños, una misma cosa. En esos sueños amorosos en los que reencontraba la presencia cálida de ese cuerpo de mujer, y en el que no cesaba de vibrar en ondas inefables, de las que era, a la vez, dispensador. Una acariciadora y espiritual embriaguez, cuyo encanto saboreaba incluso en la armonía constituida por aquel par de tazas de té: la roja y la negra.
No. Fumiko no sabía nada, no podía saberlo, de lo que era la plena feminidad de su madre. Era absolutamente imposible que la conociera.
Pero...¡qué cosa tan rara que una carne nacida de esa carne le fuera extraña hasta tal punto!; siendo así que en la hija se habían transmitido tan sutil y delicadamente la forma y los rasgos mismos del cuerpo materno.
Pero ¿es que al llegar a casa, en el mismo umbral, no había sido presa de un sentimiento apacible, dulce y tierno, que procedía de Fumiko? ¿Ignoraba, acaso, que esta emoción la debía ante todo a la gran semejanza de ambos rostros y a la expresión que había reconocido en el de Fumiko y que le había evocado en el acto los rasgos de la madre?
La señora Ota había pecado al reencontrar en Kikuji la otra imagen, la del autor de sus días. ¡Y he aquí que, a su vez, Kikuji descubría en la joven la imagen de su madre! ¿En qué circulo infernal, pues, se hallaban todos encerrados? ¿De qué oculta maldición habían sido víctimas? Kikuji, esto es lo cierto, se sentía naturalmente atraído hacia ella y no había nada en él que viniera a oponérsele como obstáculo...



3 de enero de 2013

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