lunes, 9 de septiembre de 2013

De negatividad y otros demonios


No. Esas dos letras que deberíamos usar para negar lo negativo y convertirlo en su antónimo sí. Darles la vuelta en la lengua hasta convertirlas en un on que nos ponga en marcha. Escupir lo que nos ahoga limitando nuestras posibilidades de movimiento. Aquello que ocupa poco espacio normalmente es lo que más pesa. Dejemos de arrastrarlo y busquemos, por muy escondidas que estén, las letras que forman la felicidad. Quizá no podamos completar la palabra, pero siempre será mejor que negar su existencia tan solo porque dos letras nos lo impiden.



2 de septiembre de 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario