domingo, 28 de julio de 2013

El color de las alas

No sé cuántas veces me he dejado atrás a mí misma, ni cuántas más lo haré. Puede que sea el resultado de adaptarse a los cambios o de no adaptarse en absoluto, de aprender o de desaprender, de hacerme caso o de quererme llevar la contraria, de luchar por ser o de pretender olvidar quién soy. A menudo la incertidumbre es lo que nos da alas.
Y lamentablemente, estoy encantada de haberme conocido.




21 de julio de 2013

Sentir con subtítulos


El tiempo se nos escapa escondido entre palabras vanas y cuando ya no lo tenemos a nuestro lado, nos damos cuenta de que no hemos dicho las cosas que merece la pena decir:
te quiero, qué guap@ estás hoy, me hace feliz tu sonrisa, saberte a mi lado me da fuerzas, el mundo será un lugar frío si tú no estás en él, gracias por compartir tu vida conmigo, nunca olvides lo que vales, perdóname por no habértelo dicho antes...
Y sólo así, cuando dejemos de ser, seguiremos siendo. Porque aquel que nos entrega lo que es, merece saber lo que callamos mientras sentimos.
A mí me salen subtítulos incluso cuando hablo. No tengo remedio.



18 de julio de 2013

Ondas cerebrales


Tengo un cóctel de sueños en la mente. No tengo claro dónde he estado pero ha sido bonito. Bueno, menos cuando un león se comía a un niño. Esto no ha sido muy alentador, emotivo sí, porque menudos lagrimones me caían. Yo pensaba que lo habían salvado. El caso es que la familia del niño tenía una leona (creo que he mezclado las noticias del periódico con un capítulo de La pantera rosa que he visto esta mañana).
Lo de bonito venía porque alguien con un gran tatuaje en el brazo, me ha dado un beso de esos que no te han dado nunca y unos cuantos arrumacos. No está nada mal esto de sentir que a una la quieren aunque sea en sueños.
Lo del tatuaje va a ser porque al mediodía he visto en un brazo uno que me ha parecido precioso (había un cuerpo detrás del brazo, eh) y puede que por una foto que ha subido Luis.
En fin, que si os voy a tener que explicar todo cabalmente, adiós sueño. Eso sí, quizá lo más emocionante haya sido lo que no recuerdo...o quizá no. No importa. Si no lo recuerdo por algo será. Lo que hacen tres cañas de nada (y con gaseosa)



14 de julio de 2013