Las horas calladas en que no estás conmigo
arrastran grilletes y sábanas blancas
aullando lamentos de tiempos perdidos.
Ocultas en las sombras juegan a asustarme
acercando a mi nuca su hálito frío
y tirando de mi alma con sus dedos no vivos.
Se vanaglorian de ser crueles y eternas
con la arrogancia de creerse vencedoras
de un corazón que perdió el sentido.
Mas no saben que voy bien armada
con el amor rebosante de artillería
y tapones en los oídos.
La batalla es larga y sangrienta
y aunque débil sobrevivo
a una espera ya herida de muerte.
Las horas calladas en que no estás conmigo
encierran las palabras en un calabozo de delirios,
me acerco sin miedo y abro la puerta
suspirando sonrisas y sonriendo suspiros.
A.B.B. 1 de octubre de 2012
El tema que ha abierto esta puerta
https://www.youtube.com/watch?v=ugQl1ad9G8U&feature=player_embedded
Y el regalo de Luis Vil
http://www.goear.com/listen/ee21d43/la-horas-calladas-luis-vil
Vendrán días en que el peso que hoy te abruma se hará liviano. Vendrán días en que ese peso ya no será carga sino bagaje. Vendrán días, han de venir. Porque un alma que alberga sentimientos viles no brilla y un alma sin brillo es un tiempo marchito para quien lo soporta -Manolo García-
lunes, 1 de octubre de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Como me ha gustado leer "Las horas calladas". Corto, pero profundo, o sea, perfecto.
ResponderEliminarMil gracias doña col. Es perfecto como tu locura y la mía. Besos sin palabras.
EliminarAnda que no hay fondo en las horas calladas... tela, telita,... a veces, incluso, dicen más que las horas de ruido ;-)
ResponderEliminarAchuchones