Vendrán días en que el peso que hoy te abruma se hará liviano. Vendrán días en que ese peso ya no será carga sino bagaje. Vendrán días, han de venir. Porque un alma que alberga sentimientos viles no brilla
y un alma sin brillo es un tiempo marchito para quien lo soporta
-Manolo García-
Cuando pienso en ti mis manos se convierten en mariposas que vuelan con la esperanza de quemarse en el incendio de tu piel; mis labios se llenan de palabras temblorosas, que ansían llegar a los tuyos y escribir frase tras frase una historia sin final; mi mente imagina perderse en el paisaje de tu enmarañado pecho y sabe que nunca podrá volver atrás porque el camino desaparece en ti; mi cuerpo en guerra reclama su eternidad de gloria y en la apasionada batalla suda lágrimas de placer soñándola. Cuando pienso en ti... el mundo conocido desaparece bajo capas de sentimientos, deseos y sensaciones que esperan el momento de vivir por primera vez. A.B.B. 22 de noviembre de 2012
Los sonidos que se han convertido en palabras y las palabras en otras palabras distintas.
El silencio sabe a dónde tiene que llevar mis palabras. Si no te quisiera tanto acostaría mis sentimientos sobre la escarcha para que se helaran en la noche; les lavaría la boca con lejía a mis palabras descaradas y las castigaría en el cuarto oscuro del silencio. Si no te quisiera tanto destruiría con saña los escalones que llevan a tu cielo precipitándome en el vacío de la más absoluta nada; ataría con la soga del olvido el sentir que pasea por el patio soleado de mi corazón. Si no te quisiera tanto cerraría la cancela de mis recién estrenados deseos y lanzaría la llave más allá de mis sueños; alquilaría mi cuerpo por semanas a cambio de suspiros de hojalata. Si no te quisiera tanto mis manos estarían llenas de ayer, mis besos pudriéndome los labios, mis caricias vestidas de luto y mis palabras intactas. A.B.B. 20 de noviembre de 2012
Puede que no parezca demasiado inspiradora pero es la canción que comenzaba a sonar mientras yo comenzaba a escribir.
Para Sisifo, que arrastra eternamente su peso por el mundo y ha decidido amadrinar todos mis partos. Hoy me has hablado de cartas olvidadas y he vuelto a cruzar océanos de tiempo que han devuelto a mi orilla los restos de un barquito de papel. Con la cubierta engalanada de palabras brillantes como el oro y la bodega sobrecargada por el peso de nuestros corazones se hizo a la mar, inconsciente del peligro de no llegar a puerto. Se lanzaron salvas en su honor mientras se elevaban cánticos por las ingenuas almas a las que de antemano daban por muertas, pues la proeza se convertía en locura cuando no existía esperanza alguna de sobrevivir. Izando la bandera de un amor enaltecido por los vientos favorables levó sus anclas, tratando de ahuyentar a los negros espíritus que duermen en las profundas aguas de la realidad. Mas, ¡ay! los tristes augurios no tardaron en cumplirse. En la breve distancia recorrida entre la partida y el naufragio nuestros inocentes corazones apenas tuvieron tiempo de poner a salvo unos cuantos sentimientos rescatados de una muerte segura. Abrumados por la desolación se escondieron y crecieron ocultos en un páramo triste y reseco, donde cada respiración quemaba por dentro y traía al recuerdo los aromas del mar. Esperaron pacientemente el momento de volver a su añorado hogar. El camino era largo y duro; la oscuridad amenazaba cada paso con su loca mirada asesina y el reloj de arena abandonado en un rincón se permitía arañar cada instante con sus uñas de tiempo perdido. Mas la luz se hizo paso a trompicones entre la aglomeración de sombras y encontró la manera de llegar al instante donde todo empezó. Regresan con las manos cargadas de ayer al lugar en que las heridas sanan, vacilando apenas unos segundos al vislumbrar la corriente que un día estuvo a punto de ahogarlos. Pero el deseo es más fuerte que el miedo porque quien ha conocido el mar ya no será capaz de vivir sin sentir la fuerza del agua, que caprichosa, crea y destruye a su antojo. Porque naciendo hemos muerto, y muriendo de nuevo hemos nacido. A.B.B. 11 de noviembre de 2012
Remolinos de sentimientos acuden en su ayuda cuando las silenciosas aguas del Leteo están a punto de devorar todo lo que fue. Vienen haciendo tanto ruido que el olvido no tiene más remedio que retirarse al triste tálamo donde la oscuridad yace por los siglos de los siglos con las almas deformes que nunca llegaron a nacer. En el submundo de lo inexistente los avisos de Casandra no encuentran oídos en los que reposar y la incauta pasión se adentra en el laberinto desprovista del hilo con el que volver a ser. ¿Quién protegerá sus alas para que el sol no las queme ni la espuma del mar las moje si la inconsciencia se adueña de ella? ¿Llegará la vanidosa Afrodita regalando su melena de estrellas a los placeres nocturnos, o será la celosa Hera quien monte guardia en el umbral de los sueños? No existe razón lógica que impida a la sinrazón volar a lomos de su pegaso de besos hasta quedar extenuada, ni sinrazón que permita a la razón lógica encontrar el dorado templo donde descansar de sus excesos. A.B.B. 5 de noviembre de 2012