La noche más oscura
vendió su alma al diablo
a cambio de unos ojos
en los que mirarse;
unos ojos que pudieran desnudar
su infinita oscuridad sin nombre
y vestirla de reflejos con sabor a miel;
unos ojos que la arroparan
en las largas horas
de su insomnio eterno;
unos ojos que le susurraran al oído
qué se siente al cabalgar
más allá de la puerta negra;
unos ojos con el iris color certeza
que la retaran a muerte
aun sabiéndose vencida.
No se arrepintió con el cambio,
puesto que un alma carente de luz
no tiene ningún valor,
y unos ojos que desafían
a la noche más oscura, bien merecen saber
lo que hay más allá del espejo.
A.B.B. 6 de febrero de 2013
La oscuridad brilla por oscura, no le teme a la luz ni se siente inferior. Es su gran fuerza. ;-)
ResponderEliminarNo hay muchos ojos que la miren, es normal que mime a los pocos que se acercan, sí?
Achuchones requetecontentos de leerte!!!!
La oscuridad tiene su encanto si no la miras durante demasiado tiempo.
EliminarBesos, Indi de mis entretelas.
Ufff...como escribes!!!!!
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