Para Rosa Arrate, una mujer con el corazón al límite de revoluciones y mucho rodaje en esta vida. Y lo que le queda.
Cada uno de tus latidos, ruge
como la bestia roja
en la que imaginas cabalgar.
Tu corazón se acelera a golpe de sentimientos,
y al límite de revoluciones se desboca
haciendo caballitos con tu sonrisa.
Es difícil mantener impecable
el chasis de tu alma ardiente
siempre expuesto a las inclemencias
de quienes no saben amar.
Mas no importan los arañazos
ni las lágrimas que han empapado tu esperanza,
tan sólo son las marcas de la vida
y todavía quedan muchos kilómetros por quemar.
Vestida de adrenalina, te vuelves a poner
el casco de la ilusión, le das gas a tu sentir
y con la mirada puesta en el horizonte
te dejas llevar rumbo a lo desconocido.
Siempre habrá un camino por recorrer
mientras tus sueños se despierten a tu lado
respirando la delicadeza de tu aire
y palpitando por que los hagas tuyos.
Tu día de gloria llegará.
El vibrar de la esperada victoria
te hará cruzar la meta de las desilusiones
y darás la vuelta de honor
ondeando la bandera color triunfo
de quien sabe que por fin,
lo ha conseguido.
A.B.B. 13 de mayo de 2013
Vendrán días en que el peso que hoy te abruma se hará liviano. Vendrán días en que ese peso ya no será carga sino bagaje. Vendrán días, han de venir. Porque un alma que alberga sentimientos viles no brilla y un alma sin brillo es un tiempo marchito para quien lo soporta -Manolo García-
lunes, 13 de mayo de 2013
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El triunfo lo consigue cada día con sus intentos y el no desfallecer. Hermosa poesía de aliento que sin duda empujará el viento de esa carrera que está a punto.
ResponderEliminarFelicidades
Ana
Sí, luchar ya es un triunfo y algunas veces lo importante no es cruzar cualquier meta, sino saber cuál es la adecuada. Gracias, tocaya
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