miércoles, 22 de mayo de 2013

Palabras y nada más

Las palabras anestesian mi sentir
cuando el bisturí de la soledad
saja mi corazón con la destreza
de quien no le tiembla el pulso.
Adormecen el dolor
que se retuerce furioso
atado a las resistentes correas
de la impasible realidad.
Vomitan la rabia
que tapona el deseo
de volar más allá
del destino anunciado.
Hurgan entre las lágrimas
buscando el punto exacto
donde la herida abierta
desangra el alma.
Los latidos se debilitan, 
las frases no consiguen estabilizar
las constantes vitales de la razón
que lucha entre estertores de sueños rotos.
Ahogándose en su propia saliva,
de un azul que nunca consiguió 
tocar el cielo prometido,
aquel que un día imaginó con sus ojos de agua.
Las palabras son humo
y como tal se evaporan en la nada,
nada más que palabras,
palabras y nada más.

                                              A.B.B  22 de mayo de 2013







                                       



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