lunes, 27 de mayo de 2013

La insistencia de la pena


¿Cómo se quita uno de encima la pena cuando a cada rato vuelve sin atender a razones? He intentado darle esquinazo escondiéndome detrás de la puerta, pero siempre me espera. Como no escucha mis palabras, lo he intentado con lágrimas. Pero tampoco ve. He intentado acercar su mano a mi sonrisa, pero se ha negado. No puedo decirle que me deje en paz y se vaya a incordiar a otro porque no se la deseo a nadie.
Me he hecho con una piedra y estoy tentada a tirársela en medio de su poca consideración, pero tengo bastante mala puntería porque me falta práctica en otra cosa que no sea lanzamiento de palabras. No le tengo miedo pero no puedo deshacerme de ella.
¿Conocéis a alguien que le dé una paliza, así sin acritud ni malos sentimientos? Por acojonar un poquito, nada más.



27 de mayo de 2013

No hay comentarios:

Publicar un comentario