para que no te pierdas en la noche.
Llegaré de un salto hasta un "por fin"
y volveré a buscarte para que lo veamos juntos.
Quizá no me esperes
pues el olvido tiene un corazón
que late como el mío.
Tal vez no me recuerdes,
porque la dureza del viaje
ha arrugado mi mirada.
Acaso preguntes, ¿quién eres?
y no entiendas que soy
quien siempre he sido.
Quizá ya no te asomes cada día
ni cada noche, a la ventana
de nuestro mundo, deseando mi regreso.
Tal vez el desencuentro,
celoso, salga a tu paso y te diga
que nunca más volveré.
Mas, acaso, todas las palabras
vayan y te hablen de mí
a escondidas de todos.
Y yo, por si la vida es demasiado oscura,
y el por fin se pierde entre sus propias letras,
dejaré en el camino un te quiero tras otro
para que, si quieres, los veamos juntos.
A.B.B. 28 de mayo de 2013